Los economistas de Mizuho han basado su perspectiva para 2024 en una perspectiva radicalmente contraria: la Reserva Federal no recortará las tasas este año.
A diferencia del consenso que anticipa varios recortes de tasas de la Fed en 2024, los analistas sostienen que las condiciones económicas pueden no alinearse con los deseos del banco central. Destacan la resiliencia de los consumidores estadounidenses, citando sus hábitos de gasto como un factor clave.
Reconociendo la inclinación de la Fed a recortar las tasas, los analistas destacan la aceleración del PIB real del tercer trimestre al 5%, a pesar de las preocupaciones de una recesión inducida por el crédito, lo que sirve como testimonio de la solidez del gasto de los consumidores.
“Recientemente me hicieron la pregunta: “¿Estaba luchando contra la Fed?” Es una pregunta justa, ya que los analistas pueden ser los únicos en Wall Street que no tienen recortes de tasas de la Fed como parte de su perspectiva macroeconómica para 2024”, dijeron los analistas.
“Sin embargo, en un nivel más detallado, ¡los analistas no están luchando contra la Fed! Está muy claro que esta Fed quiere recortar las tasas; sin embargo, nuestro análisis sugiere que la economía y el mercado laboral no están en condiciones de dar a los responsables de las políticas la oportunidad que desean para recortar las tasas”.
Contrariamente a los temores de una contracción del crédito provocada por las continuas inversiones de la curva de rendimiento, los analistas afirman que falta un factor fundamental para tal escenario. Los balances saludables de los hogares, las empresas no financieras y la industria bancaria, junto con la ausencia de desajustes entre activos y pasivos o burbujas de precios de los activos, disipan las preocupaciones sobre una inminente contracción del crédito.
Los analistas advierten que no hay que esperar a que se produzca una supuesta segunda caída, sugiriendo que esta perspectiva no tiene fundamento.
“Apostar contra el consumidor estadounidense es el mayor error que los analistas nacionales cometen repetidamente, y no apostar contra la Fed”.
En ausencia de una contracción del crédito y una restricción de la liquidez, los analistas ven una perspectiva optimista para 2024. Con un mercado laboral ajustado y un aumento constante de los salarios nominales, predicen un margen limitado para que la Fed implemente recortes de tasas, a pesar de su deseo expreso de hacerlo.
“Nuestras perspectivas para 2024 son decididamente más optimistas que el pronóstico de consenso del 1% para el PIB real, lo que implica que un mercado laboral ajustado limitará la capacidad de la Fed para recortar las tasas como tan desesperadamente quiere hacer”.
“Además, si la Fed recortara las tasas sin los datos que justificaran el cambio de política, entonces el dólar colapsaría en valor y la buena desinflación experimentada en 2023 se revertiría bruscamente”, concluyeron.